REVELACIÓN: “Quería participar en Miss Universo, pero algunos la sabotearon”. La hermana de Shakira, Verónica Mebarak, reveló el sueño de infancia de la cantante. Si bien todos apoyaban esta noble aspiración, ocurrió algo inesperado que la afectó profundamente.
Los mensajes de texto de Gerard Piqué, descritos como “horribles”, la afectaron durante mucho tiempo, dejándole una herida que aún persiste.
Verónica Mebarak, la menor de las ocho hermanas de Shakira, concedió una extensa entrevista a la revista colombiana Aló este miércoles donde desveló por primera vez un secreto familiar guardado durante casi treinta años: Shakira soñaba con ser Miss Universo.
Según Verónica, cuando la cantante tenía apenas quince años y ya destacaba en el colegio Marymount de Barranquilla, varias agencias de modelaje y la propia organización de Miss Colombia la invitaron a participar en el certamen nacional de 1997.
La adolescente Shakira, que medía 1,70 y tenía una figura escultural, aceptó encantada. Incluso su padre, William Mebarak, pagó las primeras clases de pasarela y protocolo con la exmiss Valerie Domínguez en un salón de la carrera 53.
Todo el entorno familiar apoyaba el proyecto. Nidia Ripoll, su madre, le cosió personalmente varios vestidos de noche y su hermano Tonino se encargó de la fotografía para el book oficial que enviaron a Raimundo Angulo, director de entonces.
Sin embargo, cuando el nombre de Shakira empezó a sonar como favorita en los círculos de belleza de la Costa Caribe, comenzaron a llegar llamadas anónimas a la casa Mebarak amenazando con revelar “ciertos detalles” si la joven seguía adelante.
Verónica asegura que fueron varias reinas locales ya consagradas y madres de otras candidatas quienes, celosas del talento natural de Shakira, iniciaron una campaña de sabotaje que incluyó rumores sobre su origen árabe y supuesta “falta de elegancia costeña”.
El golpe definitivo llegó cuando alguien filtró a la prensa rosa fotografías de Shakira cantando descalza en un festival escolar, acompañadas del titular “¿Esta es la imagen que queremos para Colombia?”. La presión mediática fue insoportable.
Shakira, con solo quince años, terminó llorando en el hombro de su madre y decidió retirarse una semana antes del casting definitivo en Cartagena. “Ella siempre dijo que el escenario de un concurso de belleza era demasiado cruel”, recuerda Verónica.
Años después, cuando Shakira ya era estrella mundial, Valerie Domínguez le confesó en privado que, de haber participado, habría ganado Miss Colombia 1997 con los ojos cerrados y probablemente hubiera quedado entre las cinco finalistas de Miss Universo.
Ese sueño frustrado marcó a Shakira más de lo que ella misma admite. Verónica revela que la cantante aún conserva en su casa de Miami la corona de fantasía que su padre le regaló como consuelo y que llora cada vez que ve el certamen por televisión.
Pero la entrevista de Verónica no solo habló de sueños rotos. También tocó la herida más reciente de la familia: los mensajes de texto que Gerard Piqué envió a Shakira durante los últimos meses de su relación.
Según la hermana menor, los mensajes eran “tan horribles, tan crueles” que Shakira necesitó terapia intensiva durante casi un año para poder leerlos sin derrumbarse. Todavía hoy no los ha borrado del todo.
Verónica cuenta que Piqué llegó a escribirle cosas como “ya no eres la misma de antes”, “has engordado y perdido chispa” o “los niños estarían mejor conmigo en Barcelona”. Palabras que, según ella, buscaban destruir su autoestima.
Esos mensajes fueron los que inspiraron gran parte de las letras de “Las Mujeres Ya No Lloran”, especialmente temas como “Te Felicito” y “Monotonía”. Shakira los transformó en oro discográfico, pero el dolor sigue ahí.
La propia Verónica leyó algunos de esos textos y confiesa que lloró de rabia. “Mi hermana es la persona más fuerte que conozco, pero nadie merece que le hablen así, menos la madre de sus hijos”, declaró visiblemente afectada.
Incluso después de la separación, Piqué intentó usar esos mensajes como prueba en la batalla legal por la custodia, pero el juez los descartó por considerarlos “vejatorios y carentes de valor probatorio”.
Verónica asegura que Shakira aún tiene pesadillas con algunas frases y que Milan, el mayor, encontró una vez a su madre llorando frente al teléfono y le preguntó si “papá la seguía haciendo sufrir”.
Hoy, tres años después, Shakira ha convertido ambas heridas, la corona que nunca tuvo y los mensajes que nunca olvidará, en motor creativo. Su gira mundial 2025 agotó entradas en minutos y su álbum acaba de superar los 10.000 millones de streams.
Pero en la intimidad, cuando las luces se apagan, Verónica dice que Shakira sigue siendo esa niña de quince años que solo quería una corona y un amor que la respetara. Y que aún está sanando ambas traiciones.
Pero en la intimidad, cuando las luces se apagan, Verónica dice que Shakira sigue siendo esa niña de quince años que solo quería una corona y un amor que la respetara. Y que aún está sanando ambas traiciones.