El Gran Salseo: Maniobras y Reflexiones en la Televisión Española del 2025

La Huida del Barco Pirata: Cuando el Éxito y la Controversia se Encuentran
¡Hola a todos, amigos y amigas del merequetengue y el salseo! Son las 8:38 de la tarde de un gélido lunes, 1 de diciembre, y desde Barcelona, con el corazón caliente, venimos a desgranar la actualidad más candente que ha sacudido los cimientos de nuestra televisión en los últimos días.
Si algo nos ha enseñado la crónica social reciente, es que el espectáculo nunca se detiene.
Hemos sido testigos de un torbellino de acontecimientos que, más allá del entretenimiento puro, revelan las complejas dinámicas de poder, las alianzas cambiantes y la implacable ley del mercado en el mundo audiovisual.
Nos encontramos en un momento crucial, donde ciertas productoras y cadenas están tomando decisiones drásticas, intentando desligarse de un pasado reciente que hoy, a la luz pública, parece pesar más de lo esperado.
La Estrategia del Desmarque: RTVE y el Caso de la Productora A
El foco principal de esta semana se centra en la postura de Radio Televisión Española (RTVE) frente a una productora de gran calado, conocida por su anterior etapa como “La Fábrica de la Tele”, y que ahora opera bajo el nombre de La Osa. La situación es de una ironía notable.
Durante años, esta productora ha sido un pilar fundamental en el paisaje televisivo español, cosechando tanto éxitos de audiencia como polémicas.
El director de RTVE, Marc Calderón (perdón, Sergio Calderón, como bien nos recuerdan nuestros amigos en el chat, ¡gracias!), fue en su momento un miembro clave de su equipo directivo, ocupando el cargo de director de relaciones públicas y comunicación.
Este vínculo histórico es precisamente lo que hace que el desmarque actual de RTVE resulte tan llamativo y, para muchos, tardío.
La noticia que ha provocado esta reacción es la que conocimos hace poco: una resolución judicial que implicaba a los fundadores de La Osa, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, en un caso de “revelación de secretos” y que conllevaba una indemnización, una pena de prisión (suspendida) y la inhabilitación profesional por dos años.
A pesar de la gravedad de la sentencia, la aparente tranquilidad de los implicados generó debate.
Justo en este contexto, RTVE ha intentado zanjar su relación con el programa “Malas Lenguas”, una de las coproducciones que mantenía con La Osa.
La versión oficial de la cadena es que La Osa ya no produce el programa, y que ahora la responsabilidad recae en Big Bang Media (parte del grupo Mediapro).
Pero aquí viene la paradoja:
Ambigüedad Digital: Si visitamos la propia web de RTVE, encontramos información contradictoria, donde todavía aparecen los nombres de Cornejo y Madrid como fundadores de La Osa y, por extensión, vinculados al programa.
El Orgullo de la Productora: Lo más revelador son las propias redes sociales de La Osa.
Tras la noticia de la sentencia, la productora ha seguido publicando con orgullo los éxitos de audiencia de “Malas Lenguas”, refiriéndose a él como “nuestra coproducción”.
Es decir, mientras una cadena nacional intenta “lavarse las manos”, la productora reivindica su éxito y su participación.
Esta situación huele a “huida del barco pirata”, una maniobra donde los “ratatulis”—usando una expresión coloquial—saltan del navío al primer signo de tempestad.
La cadena, que en su momento defendió y dio oxígeno a proyectos de esta productora (recordemos el fallido “La Familia de la Tele”), ahora intenta negar la evidencia.
Los Nexos de una Realidad Incómoda
El problema para RTVE y para muchas otras cadenas no es solo la reciente sentencia.
Es la acumulación de controversias que rodean a la productora:
Operación Deluxe y Luna: Desde hace años, la productora ha estado bajo investigación judicial por el llamado “Caso Deluxe” o “Operación Luna”, una causa abierta también por la presunta revelación de secretos.
La Macrodemanda de Antonio David Flores: La productora y sus directivos son parte de una macrodemanda civil presentada por Antonio David Flores, otro proceso judicial conocido por todos en el ámbito mediático.
Todos estos antecedentes eran de dominio público. Por lo tanto, el intento de RTVE de desmarcarse en este momento preciso, cuando el tema judicial se hace ineludible, parece una “amnesia selectiva” o, directamente, una muestra de “hipocresía”.
Y no es la única.
El Laberinto de Contradicciones: Personajes, Cadenas y la Batalla por la Verdad
El caso de la sentencia de Rocío Flores, si bien es una victoria legal para ella, ha destapado una telaraña de negaciones y contradicciones entre todos los implicados:
Productora vs. Personaje: La Osa ha intentado justificar la difusión de información privada (la sentencia de Rocío Flores) alegando que la propia Rocío Carrasco les dio permiso. Sin embargo, Rocío Carrasco ha negado rotundamente esta versión, afirmando que no se enteró hasta meses después y que jamás autorizó su uso.
El Silencio de Mediaset: Mientras que los ex-colaboradores estrella de esta productora (como Carlota Corredera o María Patiño) utilizan sus plataformas para comentar otros despidos mediáticos (como el de Alessandro Lequio), evitan cuidadosamente pronunciarse sobre la sentencia que condena a quienes fueron sus jefes y compañeros.
Todo esto conforma un “cuento de los disparates” donde nadie dice la verdad absoluta y donde la meta de todos es “salvar su propio trasero”:
La Productora intenta culpar al personaje (Rocío Carrasco).
El Personaje intenta culpar a la productora y a la cadena.
Las Cadenas (RTVE y Mediaset) intentan desvincularse de la productora.
Mediaset, la antigua casa de la productora, se ha dedicado a incluir la noticia de la condena en sus telediarios, un gesto irónico considerando el beneficio económico que obtuvieron de ella durante años.
Por su parte, RTVE promocionó el documental de Rocío Carrasco como estandarte del 25N (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) mientras el documental estaba siendo sentenciado por la Audiencia Provincial de Madrid por un delito grave.
¿Lo veis? Es un contexto esperpéntico.
Estamos en el juego del “yo no fui”, una fase donde se multiplican las excusas: “Yo no estaba”, “Yo no los conozco”, “Yo hacía lo que me mandaban”.
Es una estrategia colectiva e individual para la supervivencia mediática.
La Mercantilización de la Verdad y el Destino del Canal

Este panorama nos lleva a una reflexión más profunda sobre el “negocio” de la televisión del corazón en España.
La televisión, incluso la pública, es un negocio. Los viajes, las presentaciones, la producción de contenido: todo tiene un coste. La supervivencia de un proyecto, ya sea un programa de salseo o un canal independiente como el nuestro, depende de números.
El presentador del programa, Castor, tuvo que cancelar presentaciones planeadas en diciembre, como la de San Feliu. No se trata de falta de ganas o ilusión, sino de una “necesidad de quórum”: los viajes dependen de la venta de libros, de la asistencia, de la editorial. Es la pura realidad del mercado: si el negocio no sale, las cosas no continúan.
Esta misma lógica mercantil impregna las decisiones de las grandes cadenas. El desmarque de RTVE no es un acto ético tardío; es una medida preventiva ante lo que se avecina:
El Big Bang Legal: La investigación del Caso Deluxe y la macrodemanda de Antonio David Flores están todavía pendientes de resolución. Cuando estos procesos concluyan, se espera un escándalo mediático y jurídico de grandes dimensiones.
Costo de la Imagen: Las cadenas se dan cuenta de que seguir asociadas a productoras condenadas judicialmente tiene un coste inasumible para su imagen corporativa, especialmente para una entidad pública como RTVE.
La sensación generalizada es que se avecina una explosión mediática. ¿Cuál es mi temor? Que a pesar de lo grave de la situación, al final, no pase nada. Que dentro de unos meses, una vez que el polvo se asiente, los directivos y las productoras encuentren nuevas alianzas, nuevos trabajos en otras cadenas, y la rueda del salseo siga girando, olvidando las sentencias y las inhabilitaciones.
La Última Trinchera: El Apoyo de la Comunidad
Ante esta realidad implacable, la única trinchera de resistencia es la comunidad.
Nosotros, en nuestro canal, celebramos la conexión directa con la audiencia.
Las historias de los encuentros con “castorcitas y castorcitos” en Sevilla o Málaga, los abrazos, los regalos personalizados como ese bolígrafo o las famosas palmeras Kiki del aeropuerto de Málaga, demuestran la fuerza de un vínculo que va más allá de la pantalla.
Este es el verdadero motor que mantiene vivo un proyecto independiente.
En este “juego de los disparates” que es la televisión actual, donde los argumentos se desploman y la hemeroteca condena a los grandes actores, la voz de la audiencia y el apoyo directo al canal son esenciales.
Vemos cómo las membresías (que fluctuaron de casi 1000 a 849 y luego vuelven a subir gracias al apoyo de gente generosa como Elo García o Chelly) son un termómetro de esa lucha diaria por la continuidad.
El destino de este canal, como el de muchas cosas en la vida, “es decidido por el destino” y, en parte, por el apoyo continuo de quienes valoran un análisis directo y sin hipocresías.
Afrontamos el 2026 llenos de incertidumbre y posibles cambios, pero con la convicción de que, hasta el último suspiro, estaremos aquí, analizando el salseo con la verdad por delante.
La hemeroteca ya se ha desplomado sobre ellos. Ahora, la justicia tiene la palabra. Y nosotros, la cámara.
¡Muchas gracias a todos por acompañarnos en esta noche de salseo! Sigamos adelante.